I. La visita

Mejores vecinos forevah

-Ajá -eso significa un "no". Es decir, no es un "no" rotundo, es más como un "si, claro" que quedará en nada porque lo olvidará seguramente, y es que Katie es... bueno, si Tanner piensa que las personas son raras y no las entiende -incluso a veces no entiende a Elliot y se toma algunas cosas de forma muy literal-, con Katie es peor. Es tan típica niña de quince años que además siempre que ve a Elliot en casa, se comporta de forma aún más extraña, por no mencionar a su amiga Lailah. Lo observa demasiado y ella cree que Tanner no se da cuenta, pero lo nota, la diferencia es que no entiende nada y no le da importancia.

No pone objeción cuando Elliot saca la comida que con tan poco cuidado guarda bajo la cama como siempre pero sí se deshace del otro audífono y deja al lado el celular en pausa para hacerse con una bolsa de malvaviscos pequeños y comenzar a comer como si comiera papel. Disfruta las cosas dulces de manera especial, en el interior saborea cada uno de esos pequeños malvavisco pero por fuera... ya saben, tiene su infinita expresión de póker face. No es de extrañar que lo hayan llevado al psicólogo sus padres pensando que era autista o algo así- Hm... -hace memoria como todos los días cuando escucha esa pregunta. No le molesta, lo toma como aprte de su relación con Elliot y una rutina que es, cuanto menos, mejor que preguntar si está bien o esas trivialidades de toda la vida que él prefiere saltarse porque nunca está seguro de cómo responder- No lo sé. Bueno, Katie dijo que anoche escuchó unos ruidos arriba -señala hacia el techo, dando a entender que se refiere al ático- Dijeron que podría ser un murciélago, se supone que alguien vendrá el lunes -se encoje de hombros-. Puedes quedarte por si aparece algo. ¿No había también un rumor sobre un bebé llorando? -si es que le aprece tan normal que Elliot esté por ahí que incluso su madre a veces parece como aceptarlo, de no ser por lo torpe que es y su manera de meterse a casa sin tocar la puerta Ni hablar de su padre, a ese sí que no le hace tanta gracia que el muchachito pase más tiempo con ellos, es como otra boca qué alimentar.

Día random en Murder House

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Elliot también sabe como interpretar ese "ajá". Vamos, que como no pille a la madre de Tanner en casa tendrá que conformarse con los zumos de caja. Boh, para qué engañarnos, da igual lo malos que estén, se los va a comer igual. Elliot es como un pozo sin fondo, siempre tiene hambre. Claro, se pasa el día de un sitio a otro que no para, de algún sitio tendrá que reponer la energía. Mientras come patatas a puñados, escucha a Tanner prácticamente sin pestañear. Oh. OH.

- ¡Lo sabía!- exclama triunfal, dando un bote sentado.- Aquí pasa algo- sus ojos centellean.- ¿De verdad puedo quedarme? *3*- genial, luego llama a su madre para decirle que no le espere esta noche. Que, por cierto, decir que sus padres están encantados con los nuevos vecinos  y con que permitan que Elliot pase tanto tiempo en su casa. Así no les da la tabarra a ellos.- Diles a tus padres que no gasten tiempo y dinero en llamar a ningún fumigador, allí arriba no hay murciélagos. Son los fantasmas de esta casa- dice totalmente convencido. Está tan emocionado. De un salto vuelve a ponerse en pie.- Vamos a ver ese sótano- dice corriendo hasta la puerta. Se detiene.- ¿O deberíamos esperar a la noche?- pregunta tanto a Tanner como a sí mismo mientras se frota la barbilla.- Sí, sí. Antiguos propietarios afirman haber escuchado llorar al bebé de los Motgomery. ¿Te he contado ya la historia del bebé Frankenstein, no?- claro que sí, la ha contado cientos de veces.

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Alza un poco ambas cejas y paarpadea ante el grito de alegría de su amigo. Porque eso es alegría, ¿cierto? Es que no lo entiende del todo, por más que ha leído los foletos de Murder House y ha escuchado las historias de Elliot o de sus otros compañeros de clase que casi están haciendo apuestas por ver cuánto dura su familia ahí o a quién matan primero -al menos todo el mundo dice que él sobreviviría por rarito-, no le causa nada el saber que probablemente haya fantasmas rondando los pasillos de su hogar. Ni miedo ni interés. O tal vez lo último sí, un poquitititititititito pero gracias a la insistencia de Elliot en el tema.

- Pues sí, ¿no? -es decir, tiene la capacidad para quedarse y ningún problema con sus padres, ¿cierto? No entiende la pregunta de su amigo pero igual le deja en claro que pueden hacer su cacería esa noche si le apetece- Vamos ya. Si nos escuchan en la noche, mis padres se molestarán -y es que le da igual al reprimenda, pero prefiere ahorrarse el discurso de que eso no se hace, que ya tiene 17 y blah blah blah Además están solos por ahora, o eso cree. No sabe si Katie ha regresado o no, pero le da igual, su hermana es una insoportable.

Se acaba los malvaviscos y saca otra bolsa, una de pasas cubiertas con chocolate que abre en el acto- Sí -responde con tranquilidad al ponerse de pie y luego se detiene un momento, con los ojos azules en sus plantitas desérticas- Pero nunca me has dicho cuál era la habitación de ese bebé -comenta con aires pensativos y se come los primeros chocolates. No planea nada especial con aquello, pero sabe que Elliot pensará en algo y hasta le animará la idea. ¿Será la habitación de Katie y por eso él no escucha nada? ¿O es porque se duerme con los audífonos puestos?

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El poco entusiasmo de su Tanner no es suficiente para conseguir que Elliot se desanime. Él ya se ha acostumbrado a su inexpresividad y lo quiere así, es su soso ♥ Tanniot forevah.- Vamos, colega, alegra esa cara. Vamos a buscar fantasmas, no ranas- le da una palmada en el hombro, intentando animarle sin mucho éxito. No pasa nada. Él pone ilusión por los dos.- Sí, mejor ahora- no hubiera podido esperar tanto tiempo. Aunque por otro lado, de noche hubieran tenido mejor ambiente, pero da igual. Otro día prepara otra incursión al sótano.

Cuando al fin Tanner se pone en pie, Elliot se dirige hasta la puerta aún con la bolsa de patatas en la mano. Ni siquiera los momentos de máxima tensión le quitan el hambre.- Ah. Eso ya no lo sé. El bebé era muy pequeño así que supongo que sería una habitación cercana a la del matrimonio. Solo sé que fue en el sótano donde el marido jugaba al profesor chiflado con sus pacientes y su bebé- comenta entre patata y patata. Impaciente como es él, sale al pasillo esperando que su amigo le siga. Se conoce la casa casi mejor que la suya propia así que ni hace falta que Tanner le indique el camino. De repente, Elliot escucha un ruido que le hace frenar en seco y casi se le sale el corazón por la boca.

- ¿Has oído eso?- pregunta, alzando demasiado la voz. En el fondo es un poco cagalí. Pero solo le hace falta unos segundos para descubrir que ese "ruido" no eran más que unos chillidos estridentes que venían de la habitación de la hermana de Tanner. Uno de estos chillidos que poco más y solo los pueden escuchar los perros.- En serio, ¿No les duele la garganta?- con esto se confirman también las dudas de Tanner de si su hermana estaba o no en casa. Elliot supone que estarán viendo alguna película de Taylor Lautner, un concierto de One Direction o alguna cosa así. No le da mucha importancia. Se encoge de hombros y sigue con su camino hasta el ático.

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Algún día tal vez, Elliot sea el afortunado en ver la verdadera emoción en Tanner, excepto cuando habla de sus malditos cactus... cosa que además no hace mucho, claro, pero algún día lo verá y aquella palmada en la espalda servirá para algo más que hacerlo parpadear. Si ya no dice nada, es porque no sabe qué decir, que lo mismo le da cazar fantasmas que ranas a decir verdad, aunque se queda pensando en una cosita diminuta y es, nada más y nada menos, que la ubicación de la habitación de Katie. Es la más cercana a la de sus padres- ¿Crees que hubieran frascos con fetos que no hubieran sacado de la casa en todo este tiempo? -AHÍ, AHÍ, se está interesando. No cree en fantasmas pero no descarta su existencia, así pues, comienza a sentir algo de curiosidad por el lugar en el que vive, siguiendo a su amigo por el pasillo hasta que se encoje un poco debido a aquel maldito ruido que tanto le molesta a pesar de llevar quince años escuchándolo. Sus ojos apenas se entrecierran unos milímetros -o menos- en señal de disgusto- Están locas -y dice "están", porque reconoce que hay otro tono diferente al de Katie, o sea el de Lailah-. Solo espero que se queden ahí. Con suerte un día se le revientan las cuerdas o se quedan afónicas por lo menos -no tiene pelos en la lengua para desear la mudez de su hermana, cuando llegan a la parte del pasillo desde donde se abre la trampilla que lleva al ático y, como conoce a Elliot, él mismo comienza a subir primero, utilizando su celular para alumbraar porque las ventanas están tapadas- Sólo veo cajas viejas y telarañas -y mucho polvo. Claro, su madre lleva queriendo limpiar ese desastre desde que llegaaron pero nunca lo han hecho.

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Después de dejarse la garganta viendo con Lailah Sinsajo parte 1 (Taylor Lautner está desfasado, Liam Hemsworth y Josh Hutcherson es lo que se lleva), se disponían a seguir dejándose la garganta aún más viendo vídeos de Ed Sheeran cuando escucharon voces en el pasillo. Kath corrió hasta la puerta y pegó la oreja, fue entonces cuando volvió a gritar, a saltar y a dar palmas al reconocer la voz de Elliot.

- Mi hermano ha traído a Elliot y no me ha avisado- cambió los gritos por la indignación.- ¿Qué tal estoy?- pregunta a su amiga colocándose bien el pelo.- Tú estás estupenda. ¿Te apetece que vayamos a ver qué hacen? Luego volvemos con Ed- y así fue como las dos amigas se pusieron de acuerdo en dejar de fangirlear con gente que jamás conocerán por unos momentos, para fangirlear con personas de carne y hueso. Solo tardaron unos segundos en repasarse el brillo de labios, pero para cuando salieron al pasillo este ya estaba vacío.- Han ido por allí- no está muy segura, pero a nada que avanzan se encuentran con la trampilla que da al ático abierta. Esto la hace dudar, le da muy mal royo ese sitio. Hay arañas, y además ayer oyó ruidos raros. Como le salga un murciélago se muere ahí mismo. Pero bueno, que no se diga. Mira a su amiga y esto le ayuda a convencerse.

- Las cosas que hacemos por amor, Lai- por "amor" se entiende que estamos hablando de su obsesión adolescente. Y comienza a subir escaleras sin dejar de mirar al suelo, que si mira hacia arriba le da más yuyu. Por eso mismo, una vez arriba acaba chocándose contra la espalda de su hermano. Jope, ella quería hacer una aparición estelar para sorprender a Elliot.

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Lailah amaba estar en casa de su mejor amiga por una única razón: la posibilidad de ver a Tanner. Es un chico dos años mayor, para empezar y, en segundo lugar, ¿no lo han visto? Esos ojazos, esa cara de "I don't give a fuck", sua ctitud desinteresada y misteriosa, ¿a quién no le resultaría atractivo eso? Dios, es que ha tenido una suerte enorme al hacerse amiga de Kat Por eso no es de extrañar que se le una en todos los gritos, especialmente ante la idea de toparse con Tanner. Si hasta tiene nombre de galán *///*

- Estás excelente, Kat -responde con la verdadera verdad, apresurándose a acomodarse la blusa y el largo cabello rubio que cae en perfectas ondas NATURALES. No es que se haya hecho algo especial en el cabello, así de hermoso es por sí solo, tiene fotos que lo prueban omó Y de ahí que acepte encantada seguir a su amiga a ver qué hacen aquellos dos chicos. A ella Elliot no le interesa porque uno: es de su amiga y dos: es muy torpe, por dios Así no podría confiar en quel día de la luna de miel no la tire a los dos metros de cargarla, cosa que seguramente Tanner no haría *333* Sí, en secreto ha pensado en la boda, en la luna de miel y en los hijos, pero eso le da corte contárselo a Kat, de ahí que tenga bodas planeadas con otros tantos chicos que no conoce y probablemente, nunca conocerá

Al llegar a la puerta del ático, se muerde el labio insegura, pero Kat la anima con sus bellas palabras, siempre sabe qué decir ;w;- Vamos entonces -y sube detrás de ella, sin evitar pensar que ese pantalón no le favorece al culo de su amiga y se vería mejor en ella e____e Y una vez arriba, si Kat se choca con su hermano, ella para no chocar con su amiga, temrina empujando a Eliot sin querer- Uy, no te vi -eso no es una disculpa, porque se arregla de inmediato el atuendo y espera no haber pisado anda raro. Ese lugar da miedo, todo el mundo sabe lo que pasó en esa casa, pero al menos está Tanner para salvarla, se ve que no se asusta con nada <333

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