The past don't mean shit to me (Now that's a lie)

Biblioteca | Septiembre, sexto curso | F x Jo

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Y obvio aquella edición de El Oráculo llegó a manos de nuestro querido F, quien se dedicó a leerlo durante la mañana mientras tomaba una rica taza de café que casi podría compararse al que hacía su padre. Casi, pero no. Lo siente por los elfos que tanto se esfuerzan, pero no hay lugar como el hogar -y su comida- para el chico de New Jersey.

Así pues, tras leer la sección de cotilleos,la curiosidad en el muchacho es lo suficientemente grande como para seguirle la pista a Jo como todo buen Iero y saber que ha entrado a la biblioteca. La ha visto en el camino y parecía un tanto mosqueada, así que entra a la biblioteca tan sigiloso como le es posible, se abre paso entre estantes y pilas de libros y cuendo encuentra a la chica, aprovecha aquellos enormes libros para hacer como si saliera de abajo de la mesa, frente a ella-. Nunca dejas de estudiar, ¿eh,Yellowite? -y le dice son una sonrisa, ahí todavía asomnado apenas el rostro mientras permanece de cuclillas.

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Había abierto el libro en la página sobre Saturno y estaba a punto de hacer una descripción minuciosa de cada uno de sus anillos cuando algo -en un principio amorfo- apareció delante mío y me hizo sobresaltar. Lo siguiente fue darme cuenta de quién era y que algo a la altura del estómago volviera a sacudirse, como una doble caída, como cuando lanzas una piedra al río en un ángulo lo suficientemente justo como para que rebote contra la superficie varias veces antes de hundirse. Así, pero con mis órganos .

-¿Y tú nunca dejas de saltarte las normas? Puedo castigarte por ésto, Iero. Deberías estar en tu Común.- Había bajado la vista enseguida al libro otra vez, intentando disimular las mejillas sonrojadas. -Dime qué castigo prefieres. Tómalo como una cortesía de parte de quién se quedará sin compañero en la clase de Pociones cuando vuelvan a expulsarte.- ¿Realmente pensaba ponerme tan rígida? Claro que no. De hecho estábamos solos, en la Biblioteca, sin probabilidades de que nadie nos interrumpiera... ¿Por qué iba a querer salir de allí? Imposible. Pero primero estaba la reputación.

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Su sonrisa también es por haberla sobresaltado. Vaya que ha aprendido grandes cosas en su familia, como cuando alguno se queda dormido antes que los demás y le hacen alguna broma bastante elaborada e improvisada. Bueno, al final termina por salir bien y apoya ambas manos sobre el borde de la mesa.

¿Qué puedo decir? No puedo evitarlo. Además, hay muchas cosas que deberían de ser de cierto modo y no lo son. Por ejemplo, apuesto a que tú también deberías estar en la Común porque a pesar de ser prefecta, sigues siendo una alumna y mañana tienes clases a primera hora -podría equivocarse, pero tampoco puede quedarse callado por mucho que estén en la biblioteca. Claro, luego se encoge de hombros como si no le importaran los castigos o ser expulsado "de nuevo"-. Te lo dejo a ti, hasta ahora no he tenido ningún castigo así que no sé cómo sean las cosas aquí. Escuché que antes colgaban a los alumnos de los pulgares, pero ahora solo los ponen a hacer labores de limpieza sin usar magia. Como sea, si me van a expulsar de nuevo, soy todo tuyo para cualquier castigo que se te ocurra. Aprovecha antes de quedarte sin compañero de pociones -y así por molestar, le guiña un ojo.

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-Mi excusa es que estoy en horario de ronda, controlando que los rebeldes como tú estén en sus camas. ¿Cuál es la tuya?   - Además cualquier profesor creería que estaba estudiando aún a deshora y a lo sumo me aconsejaría acostarme y dormir el mínimo de ocho horas recomendables, pero nada más pasaría. Al verlo con tantas ganas de parlotear apoyé el codo en la mesa, el mentón en mi mano y lo miré con una pequeñísima sonrisa. Mira tú, qué bravo es. Divertida, fui asintiendo con la cabeza, corroborando los datos que estaba dando.

-Cadenas, barrotes... Los calabozos en las mazmorras tuvieron más alumnos entre sus paredes que magos adultos. Sin embargo, yo prefiero castigos de bien social y meditación para equilibrar los cuerpos. A tí, por ejemplo, te mandaría a lustrar las ollas de la cocina hasta que queden tan brillantes como tu guitarra e____e- Y QUE NO ME DIGA QUE ES TODO MÍO POR FAVOR, QUE NO ESTOY PARA ESTAS COSAS. Me aclaré la garganta moviéndome un poco en mi sitio, algo incómoda. Qué calor, ¿Por qué útimamente tenía tanto calor? ¿A FINALES DE SEPTIEMBRE? ¿Y SIEMPRE CUANDO F ESTABA CERCA?   -No van a expulsarte, graciosito. No lo permitiré. Eres un miembro de mi Casa y como tal, es mi responsabilidad retenerte hasta el último segundo y sacar todo tu potencial. Por cierto, felicitaciones por la nota de tu composición de Transformaciones. El profesor Woods me ha comentado que tienes "una perspectiva muy interesante sobre la metamorfomagia y sus aplicaciones prácticas". -

Me lo había comentado porque yo era metamorfomaga, y porque él no era tonto y se daba cuenta de cómo miraba a F en las clases durante el escaso tiempo en el cual no estaba lanzándome bollitos de papel o tarareando canciones para distraerme. La que no se había dado cuenta del todo era yo, digamos. O al menos no del todo.

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-Estoy haciendo válida tu excusa -porque si no hubiera rebeldes que andan a deshoras como él, los prefectos no tendrían propósitos en la vida para hacer "rondas", es perfecto, ¿no lo ven? Un puto genio

Mientras la escucha dar la lista de castigos y esas cosas, aprovecha para dar la vuelta a la mesa hasta quedar del lado de Jo. Toma uno de los libros y se sienta en el borde, con los pies sobre una de las sillas vacías para comenzar a hojear el libro-. Estás segura de que ponerme a limpiar cazuelas es una buena opción... ¿no se te ocurre que tal vez terminaría usándolas de batería o algo así? Yellowite, neccesitas esforzarte más conmigo -y sí, le gusta hacerse el difícil-. Por ejemplo, esas cosas de meditación suenan complicadas, ¿has notado que no me estoy quieto? De verdad te hago un favor al decirte esto, pero el silencio y la tranquilidad serían más efectivas probablemente -O NO. Pero prefiere eso porque le da la oportunidad de pasar más rato con Jo. Sí, ya se ha hecho de amigos y todo, pero que en su castigo esté Yellowite cerca... bueno, así hasta podría meterse en problemas más seguido porque no sabe de qué otra forma llamar su atención. Ni por qué le interesa tanto llamar su atención, pero F no se come la cabeza con esas cosas todavía.

Cuando escucha lo del profesor de Encantamientos, alza ambas cejas. Recuerda el trabajo, le pareció bastante sencillo y por eso se esforzó en hacerlo-. Gracias. Verás, uno de mis hermanos mayores, Gael, es metamorfomago, así que he aprendido varias cosas de él -y no habla más. De hecho, es la primera vez que habla más de sus hermanos, salvo cuando mencionó que tenía una banda con ellos. Ay, cómo extraña los ensayos en la cochera ;_____;- Pooor cierto -cierra el libro y se sienta en la silla al lado de su compañera-. ¿Puedo preguntar por qué demonios esa chica Mosh me entregó un ejemplar del periódico escolar esta mañana? No me parecía que tuvieran repartidores o algo así -sí, fue ella quien se lo hizo llegar, haciendo hincapié en la sección de cotilleos. Lo cierto es que Mosh solo le parece un intento de Madonna frustrada o algo así, pero grita mucho y peor cuando canta. Es muy molesta-.Es decir, tú sabes más queyo de la gente y todo eso.

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PERO CÓMO ES QUE HACE PARA LOGRAR DAR VUELTA TODO LO QUE LE DIGO Y LLEVAR SIEMPRE LA RAZÓN :wa: Y encima, era imposible enfadarse con él. De hecho me reí después de su respuesta, mientras apartaba un par de libros para hacerle lugar ya que se había acercado a mi lado de la mesa. -¿Sabías que yo sé tocar la batería?- BOOOM, TOMA ÉSA, IERO. Y aún hay más. -Y la guitarra. Asique podría acompañarte en tu concierto en las cocinas - Imposible: Si ya me daba vergüenza tocar frente a algún que otro compañero de Casa en la Común, menos que menos lo haría si me estaba mirando el chico... que... tenía una banda con sus hermanos y toda la cosa. Sólo lo había comentado porque empezaba a agarrarle la mano a aquella costumbre suya de hacerse el chulo y cada tanto, CADA-TANTO, alguna de mis neuronas activaba lo suficiente como para poder seguirle el ritmo. Luego me decían acelerada a mí. Sí, claro. -De todos modos, no te vendrían mal algunas sesiones de medi..t..a...-

Y ahí quedé, atónita, mirándolo con la boca entreabierta, olvidando por completo todo el tema de su hermano metamorfomago del cual TANTO PODÍA LLEGAR A HABLAR. Todo había sido eclipsado por la horrible, espantosa, terrible imagen de MOSH-DÁNDOLE-EL-EJEMPLAR-DE-EL-ORÁCULO-A-F. Aquél donde estaba el artículo en el cual no sólo mencionaban mi relación con Frencz sino que me hacían quedar como una estúpida que no había sabido cuidar su noviazgo y una aburrida junto a la cual QUIÉN SEA, inclusive semejante esperpento como era Summer Mosh, parecía una mejor opción.

Tres...

Dos...

Uno...

-¡¡ESA IMBÉCIL ALMA DE BOGGART! :wa: -Aún faltaba algún tiempo para que puliera un poco mejor ese mote. Golpée la mesa con el puño, indignadísima, y las puntas de mi cabello se volvieron de un color rojizo. Mis ojos, también. -¡Claro que no tienen repartidores! Pero ella no puede evitarlo, necesita... ser... necesita dejarme mal parada a mí   - ENFRENTE SUYO ESPECIALMENTE Ò___Ó -Porque... porque... -Momento. Quizá aún no lo haya leído. -¿Lo tienes aquí? Dámelo. Lo quemaremos, no importa. Sé un hechizo genial para hacer fuegos artificiales que seguramente se verá increíble si lo hago en la Torre de Astronomía. Venga, te lo enseño. Pero no lo leas, no hace falta, no...- Una vez más: Respira, Yellowite. Necesitas volver a ser racional. Si te pones a hacer un escándalo en la Torre, ahí sí que no podrás salvarte de un castigo. -No lo leas .____.-

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¿Sabe tocar la guitarra y la batería? Algo en F parece conectar gracias a ese dato que no solo llama su atención, sino que por un momento se le queda viendo sin decir nada-. Genial, en ese caso toma tú la batería y me quedo con la guitarra, puedo moverme más-y entonces ahí se acaba el tema de la música y el tema de la meditación porquealgo raro parece que le pasa. F se le acerca un poco como para ver si estaba todo bien, pero entonces es él quien se asusta y se hace hacia atrás hasta casi caerse de la silla. Casi, pero no.

Nunca, pero de verdad nunca había pensado que vería a Josefina así de molesta. Con su cabello y sus ojos y... es como Gael, aunque él si se enoja más bien parece que se convierte en alguien sumamente emo porque se le ponen las ojeras de un color rojizo SÍ ESO ES POSIBLE y el cabello negro y la piel muy pálida, como si estuviera poseído por un demonio o algo así, con los ojos muy oscuros en lugar de color miel como es usual salvo en Beno que seguramente es adoptado. Suerte que eso pasa pocas veces, pero cuando pasa... da da miedo.

-Ah... no. Lo tiré en la basura -después de leerlo, claro. Y claro que sabía todo lo que habína puesto pero no quería admitirlo PORQUE JOSEFINA ENOJADA LO HABÍA ACOJONADO UN POCO-. ¿Por qué no quieres que lo lea? ¿Es tan malo? ¿Acaso dicen que comes gatitos? -y no, no puede tomárselo en serio. Lo siente, solo quiere saber qué pasó con ese Frencz que apenas ubica y por qué parece que el asunto le sigue importando tanto a Jo. Que si fue imbécil como para cambiarla, pues vaya imbécil porque le ha hecho un favor, ¿eh? Que entonces él no tendría compañera de pociones, seguramente. Sí, es solamente eso-. De cualquier modo si quieres podemos conseguir algunos e ir a quemarlos, suena genial eso de los fuegos artificiales -DISCÚLPENLO POR NO SER MÁS SENSIBLE CON SU COMPAÑERA.

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Podría estar comentándole que en realidad no podía hacer mucho con la batería porque sólo sabía lo que mi padre me había enseñado cuando era pequeña y que con la guitarra me manejaba mucho más, aunque evidentemente no tanto como para tener una banda como la de él; o podría incluso arriesgarme a hacer el ridículo aunque sólo fuera por verlo tocar un poco porque sí, YA NO PODRÍA QUITARME ESA IMAGEN DE LA CABEZA NUNCA MÁS, aún cuando jamás lo había visto realmente. Pero no, no ibamos a hablar nada de éso porque una vez más, Summer Mosh lo había arruinado todo           .

-Ah, lo... tiraste.- Y yo había armado un escándalo. Pues qué bien. Miré las puntas de mi cabello y supe que se me había ido un poco de las manos todo. Arghjdfsfksghjdshfhhghhhh .___. -Soy vegetariana desde los diez   -Le recordé -Y ni siquiera antes de esa edad comía gatitos. De hecho, nadie come gatitos   - Qué dice   -Sólo... es una historia del año pasado. Una t-tontería.- Por favor, que no hiciera que se lo dijera en voz alta. Era demasiado .___. -Lo que pasa es que yo fui muy tonta y permití que alguien como Mosh fuera mi amiga. Cuando llegó yo ya era Prefecta y ella era bastante insoportable ¿Sabes? Pensé que sería así hasta que se adaptara, pero ahora es un pxto monstruo   - Agarré el libro más cercano y lo abrí, haciendo de cuenta que lo leía pero usándolo en realidad para ocultar mi cara de la vista del chico. Lástima que lo había agarrado al revés asique estaba quedando como una estúpida . -Sólo quiere arruinarme el cumpleaños.   - Tenía los ojos fijos en un punto azul en la superficie de Neptuno.

-Podríamos, pero tiene que ser en algún sitio más apartado del resto que la Torre y en un horario más legal. Fui reportera de El Oráculo durante años, sección de Deportes.- El dato se suponía que justificaba mi intención de no quedar muy involucrada con semejante acto de vandalismo, claro. Aunque si había alumnos que tiraban los periódicos como Iero había dicho que hacía... Quizá hasta fuera hacerles un favor. Reducíamos la contaminación .

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Vuelve a relajarse cuando la ve contestarle de ese modo y su cabello vuelve poco a poco al rubio usual. Bien, parece que no ha notado que se ha espantado, que entonces ahí van listos y no le quedaría más eso de hacerse el chulo con la apariencia que da.

-Bueno, si fue una tontería... no debería importar si lo leo o no, ¿cierto? -es que no sabe ni por dónde empezar a indagar, pero quisiera saber un poquito más. Ojalá tuviera la sutileza de Milo para meterse en la vida de los demás, ya de paso tiene un encanto natural con el que nadie puede... y nadie se lo explica, tampoco, como de dónde salió Rocco con esos rizos porque F no se traga que el abuelo de su madre tuviera el cabello así de chino. Bueno, da igual-. Mi abuelo le digo una cosa a mi padre una vez, quien nos lo ha dicho a mí y a mis hermanos: deja que los perros ladren. Mosh no parece una persona particularmente agradable, y si ha sido tan maledetta contigo... bueno, no sé, es como si le dieras la satisfacción por reaccionar así -trata de ser razonable y tranquilo, pero en el fondo quisiera ayudarla a planear una venganza y todo, bien podría hacerlo si supiera más sobre su relación con Frencz y... ¿cumpleaños? ¿qué dice?

-¿Es tu cumpleaños? -¿O es solo un decir? Bueno, igual ahora queda de idiota por eso peeero no importa. Sacude la cabeza-. Los campos de quidditch tienen suficiente espacio para eso y sobre las siete que oscurece, sigue siendo horario legal -qué rápido, es como si ya lo hubiera pensado de ante.