II. Welcome to the Neighborhood

Pone esa media sonrisa de siempre cuando escucha una historia triste, y mira a Constance con su cara de cachorro- Lo lamento mucho, seguro fue un golpe terrible que desapareciera así de esa manera después de ser tan cercanos -cuántas veces no haa escuchado algo así y de verdad le ha dado pena, incluso con lo mucho que le asuste más bien la mujer aquella que enfrentarse a una docena de fantasmas deseosos de venganza.

- Bueno, no podíamos dejar ir una oferta así. Muchas gracias por la tartaa y la bienvenida, señoraa Langdon -porque se ve que ya no le podrá sacar mucho sin hacerla llorar, además con lo que le ha dicho, es suficiente por ahora. Seguramente encuentre más información cuaando indague y descubra por qué le parece tan sospechosa la señora, pero ahora se da por bien servido.

- Fue duro, pero con el tiempo me he ido acostumbrando a que la gente cercana a mi se vaya- esto, en parte, era cierto.- Pero no quiero aburrirte con dramas que dudo que te interesen ni a fastidiarte la tarde- ya ha cumplido con su misión de saber algo acerca de los nuevos inquilinos. Sigue pensando que el chico miente y algo oculta, pero al menos ha servido de algo su visita.- Saluda a tu hermano de mi parte. Ya os prepararé otro día otra tarta- y con esa última promesa, se puso en pie y tras despedirse de Sam abandonó la casa.

A la noche le pitarán los oídos y los Winchester se acordarán para mal de ella.