El ciego y la gótica II

Allanamiento de morada

When they burn our houses down. This is what will be oh, glory.

Algo extraño está pasando. Raven no tiene pruebas ni razones para pensar esto, pero lo sabe, lo intuye. Como toda hija de la oscuridad que se precie, ella tiene un tercer ojo para ver estas cosas(?) y sabe que algo no va bien. Vamos a ver. Han pasado ya unas semanas desde que Olivia se ha marchado y Raven no puede dejar de pensar en ello. Ya ha gastado dos diarios en desahogarse, ha tenido que mentir a su madre diciéndole que en realidad estaba escribiendo hechizos oscuros e invocaciones para que no se preocupara. Su amiga está muy rara, apenas ha podido hablar por teléfono con ella más que unos minutos, pero se puede apreciar en los mensajes de whatsapp puesto que ya ha dejado de usar emoticonos. Eso es que algo ocurre, una clara señal, su amiga le está pidiendo ayuda de forma indirecta.

Raven había olvidado lo ocurrido en la casa de Evan. Bueno, ella no sabe que lo había olvidado, para ella directamente no ocurrió. El caso es que volvió a intentar hablar con el ciego alguna vez más pero este estaba muy evasivo. Y así fue como Raven llegó a la conclusión de que Evan estaba en el ajo. A ver si es una conspiración, que en realidad Olivia no está con su tía en Francia sino en el sótano del perturbado de Evan (Raven siempre lo ha odiado secretamente porque es más pálido que ella).

Y, bueno, como preguntarle directamente al chico "oye, Evan, cómo te va, ¿tienes a Olivia en tu sótano?" no es lo suyo, aprovechó un día en el que Raven pensaba que no había nadie en la casa de éste para colarse. Sí, se había pasado un tiempo investigándole para conocer sus horarios y los de su familia. Inciso, ahora Raven está enamorada secretamente de uno de los hermanos de Evan, el fuertote que le recuerda a Emmet Cullen, su palidez la conquistó <3 Fin del inciso. Tras verse un par de tutoriales en youtube, Raven consiguió forzar la cerradura de la casa con una de sus satánicas horquillas y adentrarse en ella.

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Be careful making wishes in the dark

Evan, por su parte, algo más de contacto ha tenido con Olivia, pero nada que se compare al todo el tiempo que pasaban juntos antes. La extraña, no puede mentirlo. Ser un vampiro no significa que no tenga sentimientos como muchos piensan y más porque era con quien más salía desde siempre. Sí, están sus hermanos y otros conocidos, incluso otros vampiros de Edimburgo, pero lo dicho: no es lo mismo. De ahí que ese día decidiera volver temprano a casa luego de una de sus reuniones con otro grupo pequeño de vampiros más o menos de su edad. O sea, de su edad verdadera, no de la edad que aparenta él, que tampoco es un vampiro tan viejo, de hecho es joven entre los suyos.

Y qué bueno que decide ir antes a casa, porque a unos metros puede percibir que algo no va bien. Es un olor al que está acostumbrado pero no cerca del jardín: humanos. No solo eso, el olor sigue hasta la puerta y ahí Evan detecta algo más. Algo así como demasiado delineador negro, ropa de cuero y algo más que le trae a la mente un escenario gótico.

-No puede ser -suelta entre dientes y guarda silencio para agudizar el oído al pegarlo a la puerta. Escucha unos pesados pasos del otro lado, pasos que solo harían zapatos de gótico con plataforma. Maldice en su lengua vampírica y se encarga de ver a ambos lados para cersiorarse de que nadie lo ve, se quita las gafas de sol y casi como si flotara, se cuela a su propia casa con todo el sigilo del mundo. Es Raven, debe encontrarla antes de que comience a husmear el sótano.

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Pedaaaaazo de casa, colega. Es incluso más grande de lo que parecía serlo desde fuera. Aunque claro, la casa de Raven que es hija única es bastante pequeñaja y por eso se sorprende más con estas cosas. Por lo demás la casa resulta ser una gran decepción. Es todo bastante normal: un recibidor normal, decoración simple y ordinaria, todo muy común y aburrido. Nada que confirme que se esté torturando a gente en el sótano. Eso sí, le falta luminosidad (y mira que para que lo diga ella), que se está dejando los ojos intentando ver algo. Al final opta por sacar el móvil y usar la luz de la pantalla a modo de linterna.

- ¿Olivia? Liv, ¿estás ahí? Si estás amordazada, da un golpe en el suelo, o gruñe, o hazme una señal- agudiza su oído esperando  escuchar esa señal, pero no oye nada. Ni siquiera oye llegar a Evan, claro, aunque Raven afirme ser una criatura de la noche su sentido del oído es bastante mundano.

Y continua adentrándose en la casa en busca del famoso sótano, porque está convencido que tienen que tener uno. Al pasar por la cocina no puede resistirse a investigar el frigorífico en busca de algo para picar que no se note mucho su ausencia. Los allanamientos de morada siempre le dan hambre.

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Se detiene un segundo al escuchar la voz de Raven, porque no se cree lo que escucha. ¿Olivia amordazada? Por favor, eso es tan salvaje para un vampiro, tan arcaico... Él nunca lo ha hecho, pero sabe que sus padres y tal vez su hermano mayor sí se vieron obligados a algo así, e igualmente hubieran sido mucho más sutiles, no por nada los Sinclair tienen buena posición en su comunidad, joder. Se limita a rodar los ojos y prefiere cortar la distancia con ella, aunque antes nota la puerta de refrigerador ligeramente abierta.

Se acerca sin pensarlo para ver qué se hay llevado. Casi toda la comida está ahí, así que respira tranquilo al ver que no ha abierto la nevera para sacar las paletas de sangre. Le ha dado un mini infarto de solo pensarlo... se pone nervioso, de hecho, de solo pensar que deberá explicar a su familia porqué huele a humano y murciélagos de plástico. Fijo lo dejan de guardían todas las tardes hasta que Olivia regrese o a saber. Ojalá termine pronto con los inferi

Se pasa las manos por el rostro con cierto fastidio y decide ir de una vez a encontrársela. ¿Deberá finjir que es el ciego o seguir así? No tiene tiempo para finjir nada, borrarle la memoria -de nuevo- es más sencillo y rápido, así que se desliza silencioso hasta ella, que está por abrir la puerta del sótano que está por las escaleras-. Raven -la llama desde las sombras pero a una distancia bastante corta.

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Al final no había prestado demasiada atención al frigorífico pues acabó encontrando una bolsa de frutos secos y le dió el antojo. Del frigorífico sólo se había pillado un batido. Con todos los hermanos que son, seguro que nadie se alarma porque desaparezca una bolsa de cacahuetes y un batido de chocolate.

Avanzaba ahora por el salón con el móvil en alto alumbrando todo, la bolsa de cacahuetes sujeta con esa misma mano mientras con la otra sostenía el batido. Lo del sigilo y tal ya se lo ha dejado fuera de la casa. Es más, iba sorbiendo el batido y haciendo ruido allá dónde iba, pero como la casa estaba supuestamente vacía pues no pasaba nada.

Y entonces las paredes susurraron su nombre... o más bien alguien detrás suyo, consiguiendo que pegara un grito, se le cayera la caja de batido y se girara bruscamente pegando la pantalla de su móvil contra las narices del individuo. ES EVAN. Ya está. Confirmadísimo. Evan es el secuestrador de Olivia. Es un perturbado, secuestró a su amiga y la tiene atada en su habitación para jugar a Saw con ella. Eso si no se ha deshecho ya de su cuerpo. Por unos instantes Raven se queda de piedra por el susto, pero después ve que Evan está cegado por la pantalla de su móvil y no quiso desaprovechar la oportunidad para huir (todo esto flipando en colores porque creía que Evan ya era ciego, pero ahora resulta que no).

Cogió un puñado de cacahuetes de la bolsa y se la tiró a Evan a la cara, después el resto de la bolsa y echó a correr por el pasillo de la casa de mientras iba marcando el 911. En vez de correr hacia la salida como cualquier persona inteligente haría, se le ocurrió seguir adentrándose en la casa en busca de su amiga. A su amiga no la encontró pero sí acabó encerrándose en una habitación random y atrincherándose en ella.

- He llamado a la policía, pronto llegarán- mintió, su móvil es una patata y ha empezado a reiniciarse así porque sí.

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¿Por qué no puede ser una chica normal y petrificarse en el moento? O voltearse lentamente con mucho cuidado. Claro, por la misma razón que le importa un comino hacer tanto ruido mientras se toma una de las malteadas de Mack. Obviamente, aquella luz es demasiado intensa e inesperada como apra que los ojos de Evan pudieran adaptarse y grita mientras los cierra. AHORA SÍ LO HA DEJADO CIEGO DE VERDAD. O no, se necesita más para dejar ciego a un vampiro, pero la escucha correr luego de recibir los golpes de los pequeños cacahuates.

-Mierda, mierda, mierda -dice en cuanto se recupera para poder verla huir escaleras arriba, hacia las habitaciones-. ¡No! Maldita sea -¿Cuándo ha sido tan difícil atrapar a un humano? Bueno, ta vez desde que ese humano se cree reina de las tinieblas o algo así. Lo que teme es que entre al cuarto de sus hermanos, es que todos ahí son un tanto territoriales con su privacidad, por eso las puertas siempre están cerradas-. Eso no es cierto, Raven, estás mintiendo -no tiene caso que la llame, pero en su voz ha escuchado esa vibración de la falsedad, se detiene arriba de las escaleras que no se han escuchado y se concentra-. Escucha, sal y podemos hablar. No hace falta ponernos a la defensiva, puedo explicarte todo -y es cierto, podría pero no piensa hacerlo, porque sencillamente, va contra todo el código de confidencialidad vampírica que tanto se han esforzado por mantener desde hace tiempo. ¿Lo bueno? Sabe en qué habitación está Raven. ¿Lo malo? Es la de Morgan, con sus paredes totalmente cubiertas de pósters de películas del año del caldo y otras tantas curiosidades que lo dejan no solo como un intelectual que le gustan las cosas antiguas, a pesar de ser tan fornido, sino comoalguien que sabe demasiado del pasado-. Vamos, sal, ¿quieres? -mierda. No se atreve a entrar porque no quiere volver a quedarse ciego.

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Vale, aunque no lo parezca, está asustada y muy nerviosa. Bueno, sí que lo parece, si no para de dar vueltas por la habitación y de mirar fijamente la pantalla del móvil. Con la presión no consigue recordar su número PIN, y ya va por su segundo intento. Normalmente suele llevar oculto en la funda del móvil el papel con el número pin pero da la casualidad de que se lo ha dejado en su otra funda(?). Desvía la miada hacia la silla con la que ha atrancado la puerta, esperando que sea suficiente para contener a Evan. Si antes Raven podía tener alguna sospecha de que Evan ocultaba algo, después de ver su cabreo y de descubrir la mentira sobre su ceguera ya se ha confirmado todo.

- Digo la verdad. El agente Mulder viene de camino- ya he dicho que está nerviosa y da la casualidad de que es fan de Expediente X-. Sí, claro, tú te crees que soy tonta. Ya me conozco ese "vamos a hablar". Tú lo que quieres es descuartizarme y esconder mis restos por la casa- ay, jo, que va a morir. Con la de cosas que se ha dejado por hacer en esta vida-. Lo que tengas que decir lo puedes decir ahí fuera. Por ejemplo, dónde escondes a Oliv... OH, SATÁN MÍO, QUÉ ES ESTO- movida por los nervios se había puesto a toquetear cosas del cuarto y ha encontrado una foto de su Emmet sin camiseta. La saca del album y se la guarda en el bolsillo. Sale más gente pero da igual, ya los recortará si sobrevive a esto. Además resulta que su amor platónico es fan de lo retro, quizás demasiado retro pero da igual, eso le hace ganar puntos-. Que me digas donde la escondes o contaré todo lo que he visto- que no es nada, aparte de la falsa ceguera, pero si cuela cuela.

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-¿Te crees que no sé quién es el agente Mulder? -no se neceista percibir nada para saber que intenta tomarlo por idiota o algo así. Vio esas películas con Olivia, de hecho seguamente Raven y Evan han visto muchas películas en común solo por Olivia, pero no lo saben porque hasta entonces no habían estado tanto tiempo socializando solos en el mismo sitio, si es que aquello puede llamarse socializar.

-Oye, reina del inframundo, si quisiera descuatizarte no habría llamado tu atención desde antes -está un poco fastidiado. Pero es cierto, ¿por qué advertirle a alguien que lo quieres matar? Él pensó que podría solucionar aquello de forma civilizada, que si la llamaba y lo veía podría haberla sacado ya de casa sin problemas, pero no es así-. Bien, te... ¡No toques nada, Felicity! -suelta ya hora el asustado es él-. Por favor, ¿de acuerdo? Morgan me mata como vea que alguien ha tocado algo -le explica porque igual si ve que tiene preocupaciones mundanas -o no tanto-, cede un poco. Entonces suspira, gruñe, se recarga en la pared y la escucha sin quitar su cara de fastidio.

Vamos, es un vampiro, es muy rápido, es fuerte, tiene habilidades psíquicas... y ella es solo una chica gótica que tiene un crush con... Morgan. Podría salir y entrar por la ventana, pero tiene una mejor idea-. Olivia está en Francia, Raven. Es verdad, pero si sales te consigo una cita con mi hermano -¿cómo lo sabe? Ha escuchado una genuina emoción en el grito de la chica. Al final por más gótica que sea es... una chica-. Mira, lo cierto es que no soy ciego por completo, tengo hipersensibilidad a la luz, por eso puedo ver en la casa. Es más sencillo decir que soy ciego y ya -comienza a explicarle con más mentiras. O no, porque ciertamente su condición vampírica le da una sensibilidad terrible a la luz.

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- Da igual, un agente está en camino. No, toda una brigada de policía, yo que tú abandonaría el país antes de que sea tarde- ay, que Evan sabe quién es Mulder, está perdida. Ahora es Evan el que gana puntos por ser fan de Expediente X y Raven tiene que contenerse para no ponerse a fangirlear de la serie con él. No, no, eso no puede ser, hemos quedado en que Evan es un perturbado. Eso sería algo parecido a sufrir el síndrome de Estocolmo o algo así. Nada de confraternizar con pirados y psicópatas. A no ser que sea Norman Bates, con Norman Bates se hace una excepción porque Raven tiene un crush con él. Tiene muchos crush en realidad.

- Sí que lo habrías hecho, formaba parte de tu juego para despistar, que me confiara y no pusiera mucha resistencia- ella domina del tema. Qué zalamero, la ha llamado reina del inframundo. Lo que le descoloca un poco es que un psicópata tan perverso como ella cree que es Evan, se preocupe por minucias como que su hermano se enfade con él por haber entrado en su cuarto. Eso es cuqui. NO, NO ES CUQUI, SÍNDROME DE ESTOCOLMO HEMOS DICHO QUE NO-. ¿Quién es Felicity? No la conozco ò3ó- qué fuerte, ha usado el nombre impronunciable. Como venganza se lleva esta camiseta de Morgan. Ahora sabe su nombre ♥, se esperaba algo más dark pero no pasa nada, cuando se casen ya le pensarán un nombre acorde con el de Raven. Crow, por ejemplo-. Y yo no estoy tocando nada- le perturba mucho que Evan parezca saberlo todo, deben de ser sus poderes de psicópata.

- ¿Una cita?- NO, RAVEN, SÉ FUERTE, ES UNA TRAMPA. Pero guarda silencio escuchando lo de la hipersensibilidad y tiene que reconocer que eso tiene sentido. ¿Sería posible que su intuición de las tinieblas le haya fallado?-. Pero has mentido a todo el mundo, te has saltado muchas pruebas de Educación Física con esa excusa- ahora Raven vuelve a estar en modo hater porque ella también intentó saltarse las pruebas de resistencia de la clase de gimnasia diciendo que estaba con la regla y no le sirvió, mientras que Evan con la excusa de la ceguera no dio un palo al agua-. Qué triste, lo que hace la gente por conseguir un buen sitio en el parking- pero bueno, a lo importante: Morgan. Retira la silla de la puerta, sólo lo justo para entreabrirla y poder asomarse-. Promete lo de la cita y que si salgo no vas a intentar nada contra mi. Enséñame las manos para que vea que no tienes nada- quizás debería llevar ella algo por si acaso, como esas tijeras de Morgan. Luego se las quedará también junto a la camiseta y la foto para su colección perturbadora de cosas de Morgan-. Yo sólo estoy preocupada por Olivia, está muy rara y estoy segura de que pasa algo- confiesa finalmente.

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Rueda los ojos y saca el celular de su bolsillo para ver la hora. Sobre decir que tiene el brillo al mínimo, como siempre y aún así le resulta difícil de soportar. Bien, tiene tiempo para arreglar todo y pensar en cómo borrar el olor a humano EN EL CUARTO DE MORGAN. La sala, la cocina, todo lo demás sería más fácil de explicar, pero no aquello... en fin.

-Ver tantos thrillers te está haciendo mal, ¿no te lo dijo alguna ves Olivia? -le responde con una tranquilidad que no sabe de dónde ha sacado, pero puede deducir más o menos lo que está pasando del otro lado y recarga la frente contra el marco de la puerta. Es un asco de vampiro, lo sabe y de paso puede escuchar a Olivia haciendo alguna referencia o comparación con Edward Cullen. Ya, en serio, a la próxima sale de las sombras y se deja de sutilezas-. Ajá -no toca nada y aún así él escucha el tono de la mentira. No se le puede engañar con la sensbilidad extrasensorial que tiene, POR FAVOR.

Entonces deja salir el aire y separa la frente-. Sí, Raven, una cita -pero ella se empeña en hacer todo difícil. ¿Es en serio? ¿No le basta con la idea de salir con su hermano? Cosa que, por supuesto, no sucederá salvo en sueños. Perturbados sueños de una chica gótica, claro-. Todo el mundo miente, ¿de acuerdo? Además te recuerdo que el más mínimo golpe me hace sangrar como si me hubieran acuchillado. Soy un saco de enfermedades, ¿eso es lo que querías escuchar? Apuesto a que los doctores tienen una quinela con mi esperanza de vida -pero no lo dice haciéndose la víctima, sino como alguien que de verdad quiere convencer a otra persona con su ironía. En serio, si supieran que esos "doctores" son todos amigos y una larga lista de contactos que hacen que las farsas entre las razas sean todas ciertas...-Y no conduzco, siempre voy a pie a la escuela. En serio, que no te fijas en nada, ¿eh? -bueeeeno, tampoco es el chico más carismático del planeta. No como vampiro, al menos. Como humano pretende ser amable y todo eso, pero en general es un poquito más seco de lo que aparenta. COMO SEA, no importa porque abre la puerta y él se acerca para buscar su mirada, mostrando las manos como ella indica.

-¿Lo ves? Nada -y es un poco extraño porque sus manos son tan blancas que se ven fácilmente en la casa que está a oscuras. En otra situación, seguro que Raven amaría aquello y hasta podría verlo romántico, pero no. Evan respira hondo y niega con la cabeza; la chica no tiene remedio-. Tal vez solo está muy ocupada, ¿sabes? Mira, Raven -su voz comienza a cambiar para sonar un poco más hipnotizante-. Tiene que confiar en Olivia, eres una de sus mejores amigas y si algo le pasara, serías de las primeras en saberlo, ¿no crees? Tal vez ahora solo está ocupada y no te lo dice porque no quiere hacerte sentir como si fueras una pesada, piensa que ella siempre ha sido así -poco a poco, su voz comienza a envolverla también a ella. Avanza un poco obligándola a que ella retroceda y abra más la puerta... un poco más y es suya.