My dreams came true and it´s all your fault

¿Alguien sabe cuánto le había tomado a F estar listo? Porque en realidad estuvo días viendo qué ponerse, cómo vestirse, si se iba de blanco o de negro, si se peinaba de una forma o se cortaba el cabello, si se ponía algo de maquillaje en los ojos o no, cuáles expansiones, se dejaba el piercing del labio o se lo quitaba, y el de la nariz... bueno, que fueron días nunca antes vistos para F, sobre todo porque al final decidió irse dentro de los parámetros que los demás tenían de "decente", si hasta decidió peinarse y todo. En serio. ¿Y la parte de la prueba de sonido y esas cosas para tocar esa noche? Apenas había podido estar atento sin dejar de comerse la cabeza, tan pronto terminaron él subió a bañarse y cambiarse porque quería estar listísimo. Así que al final baja a la Común, que sí, había quedado de pasar por Jo, pero apenas verla se tropieza en el último escalón y, para no caer, se detiene de una mesa a su lado. Aclara su garganta, sonríe, uno de sus compañeros pasa a su lado dándole una palmada-. Sí, nos veremos más tarde, Harolds -risa nerviosa antes de buscar a Jo con la mirada de nuevo.

Se le acerca con las manos en los bolsillos y se recarga un poco en el tablón-. Hola -ay, pero qué linda se... esperen, esperen, ¿está usando? Se separa y la mira mejor-. Estás más alta -no mucho, pero obvio que él lo nota porque uno: le pone atención a Jo y dos: él es un enano, obvio que se va a dar cuenta cuando alguien que no es más alto que él de pronto tiene centímetros extras-. Te ves increíble -ay, es que es una cita oficial. Ah. Y antes del verano. Ah. Verano que la ha invitado unos días aunque todavía no hablan al respecto para ponerse bien de acuerdo. Ah-. Andiamo? -se le escapa ligeramente desafinado, pero sonríe como si no hubiera pasado nada

Baja la vista a los pies de Jo y ala sus cejas—. Ah, no. No, no para nada. Aunque si tú vas descalza, yo también, para no pisarte por accidente —los dos descalzos en el baile de fin de curso. Su madre le daría una buena colleja por salir con semejante idea. Como sea, suelta una risa boba al escuchar el halago y ve su atuendo—. ¿Esto? Bah, es una cosa vieja —un poco lo era, porque no había crecido demasiado en dos años y le quedaba muy bien.

Camina viendo el piso principalmente, pero de vez en cuando sus ojos van a Jo una vez más. Blanco y negro, qué curioso. Es… es perfecto para reflejarlos, le gusta esa idea, sí—. Ah, bien —la verdad ni está seguro, sólo quería volver a la Común. Si se concentra en sus pasos, tal vez no se pone muy tonto, de hecho lleva las manos en los bolsillos porque le están sudando y, quisiera dársela a Jo, pero no quiere que piense que es asqueroso entrelazar sus dedos —. Ah… eso es sorpresa —mierda, ¿qué canciones iban a tocar? Ha olvidado eso, menos mal que tienen una lista, ¿cierto? Cuando menos se da cuenta, llegan a los últimos escalones que dan al recibidor y se detiene, juega con el piercing de su labio. ¿Y ahora qué hace? Ah, demonios, no recuerda haber estado así de inepto nunca, al menos no estando sobrio. No, mentira, ni estando ebrio está así. Joder, deberían entrar.

¿Qué? ¿Sorpresa qué? Ah, las canciones, claro. Claro, eso. Él vuelve a ver la decoración, y dice vuelve porque claro, durante la prueba de sonido le tocó ver cómo ponían todo en su lugar poco a poco. Asiente a las palabras de Jo sin decir nada más, porque simplemente no le sale. No es que no quiera hablar, es que parece haberse olvidado de cómo abrir la boca y hablar, decir algo, lo que sea. Muy bien, ni siquiera está riendo de manera nerviosa, aquel es otro nivel de nerviosismo sin duda alguna.

— Ah, cierto, los EXTASIS. Los había olvidado —en serio, se le olvidaba que tendría que hacerlo. Y sería su último año antes de poder ir a La Universidad. Wow, qué rápido pasó el año, de pronto recuerda cuando llegó ahí y tuvo que esperar que sortearan a los de nuevo ingreso. Niega con la cabeza y mira al lado contrario de Jo, más bien para buscar la mesa con el ponche, señala hacia allá con un ligero movimiento de cabeza—. Tengo sed, vamos —ahí estaban también sus compañeros sirviéndose ponche, así que los saluda y medio logra sonreír. Sirve dos vasos, le da uno a Jo. Es difícil descifrar su comportamiento, podría parecer un poco taciturno, pero realmente no se sabía.

Claro que sí, olvidarse de los ÉXTASIS, de las canciones que va a tocar. Demonios, antes no se olvida cómo respirar. No obstante, no es hacia Jo con quien se mantiene callado. Apenas intercambia monosílabos con los demás, o palabras muy cortas como si el espíritu de Beno o Milo lo hubiera poseído, y quien no tarda en hacerlo notar es Steve, dándole una palmada en la espalda—. Eh, ¿y a ti qué te pasa? No dejabas de hablar desde la prueba de sonido.

— No, nada.

— Creo que solo está nervioso. Hola —se les une también Crystal, ella con un vestido rojo muy sencillito también y el cabello suelto con un par de adornos de pequeñas flores también rojas. Su sonrisa era notoria, como si estuviera emocionada, pero no quisiera decir mucho al respecto.

— ¿Nervioso? No lo creo, se ríe como imbécil, ¿tú que crees Jo?

Además de nervioso, en ese momento termina sintiéndose incómodo. Mira a la prefecta, pasa por cada uno de los presentes. Una vez más en jo y apura todo el vaso de ponche para dejarlo a un lado una vez está vacío.

— Tengo que ir al baño, lo siento —la disculpa va más hacia la chica. Se siente mal porque le está arruinando la noche, pero es que es algo que ni él entiende. Al irse, escucha que le gritan que no tarde, porque pronto será su turno de tocar, a lo cual asiente sacudiendo una mano apenas. Y sí, va directo al baño. ¿Qué demonios está pasando ahí? Es una cita. Oficial. Con Jo. Con la chica que le gusta. Y esa chica es josefina Yellowite. Y ella lo invitó a él. Y él la ha dejado en el Gran Comedor. Imbécil. Lo va a odiar. ¿Lo odiará ya? Demonios. A ver, f, respira, tranquilo y sal antes de tocar. Sí, eso, di que es por la tocada por lo que estás nervioso, aunque nadie lo crea.

Sin saber si se ha tardado mucho o no, vuelve al Gran Comedor, las manos se las limpia en el pantalón porque le sudan demasiado, ojalá eso no le impida tocar la guitarra, ¿por qué no trajo sus guantes? Bueno, igual también debería moverse de la entrada, que se ha quedado plantado ahí justo a la mitad de la puerta.

La pequeña -ya no tanto- Gryffindor solo asiente escuchando a su amiga, luego niega vehementemente y la toma del brazo—. No, no puedes irte —está convencidísima de eso, y solo sigue a F cuando se va—. Me quedo contigo mientras tocan, ¿de acuerdo? —es que para una vez que tiene una visión de algo bueno, no podía permitir que no sucediera. Bueno, se supone que de todos modos iba a suceder pasara lo que pasara o se hiciera lo que se hiciera, porque eso debía ser así, el destino, blah blah blah, pero nadie ahí está listo para esa conversación.

— Yo voy por él —agrega—. Jo, no te vayas, por favor. Confía en mí —junta las manitas para rogarle aquello antes de ir directo hacia la entrada, como si ya supiera exactamente dónde encontrarlo. Ahí no duda en tomar a F de la mano, instándolo a ir al escenario, quien camina en automático pero no parece terminar de procesar la situación.

— Black, no puedo, olvidé las canciones.

Crystal lo suelta a medio camino, lo mira de frente, cosa fácil porque bueno, son casi de la misma estatura .

— Eso no es cierto, no lo olvidaste y lo sabes.

— Pero...

— F, todo va a estar bien. Eres F Iero, has tocado frente a un público muchas otras veces, así que ve al escenario, toca y haz lo que tengas que hacer, todo va a salir bien.

— ¿Cómo sabes eso?

— Solo lo sé. Confía en mí, ¿quieres?

Parpadea un poco confundido; le caía bien Black y tenía muy buena voz, ya había dicho que deberían invitarla a cantar también, pero no tenía una relación especialmente cercana con ella, como pasaba a Jo, por ejemplo, así que no está seguro de si aquello es normal, pero lo hace sentir como si estuviera hablando con alguien más.

— Deberíás conocer a mi hermano Milo, se llevarían bien.

— Está bien, pero ve. Anda, te esperan.

Le responde con una sonrisa, rascándose la nuca y camina hacia adelante viendo el piso. Estaba nervioso, ¿ya lo dijo? Una vez en el espacio improvisado, toma su guitarra y escucha que se vuelven a presentar, ahora con otro nombre, esta vez "Death Spells". Ve la lista de canciones que había dejado ahí, recuerda el primer acorde, escucha el conteo y... se equivoca. F se equivoca, lo cual claro que atrae la atención de sus compañeros músicos porque podía hacer eso en los ensayos, muchas veces a propósito, pero no pensaban que pasaría una vez ahí. Hace una seña para que vuelvan a empezar, respira hondo y ahora sí comienza bien la canción.